¿Respiración bucal o nasal?
Un debate cada vez más popular y planteado recientemente por muchos investigadores y personas influyentes en el ámbito de la salud mundial.
Desde el punto de vista médico, hay un claro ganador. El simple acto de respirar por la nariz desempeña un papel crucial en la salud y el bienestar generales. Aunque a menudo se da por sentado, una nariz que funcione bien es esencial para mantener una buena calidad de vida.
La nariz actúa como un filtro de aire natural, calentando y humidificando el aire antes de que llegue a los pulmones. Al respirar por la nariz, el aire inhalado recibe un tratamiento previo eficaz, lo que reduce el riesgo de infecciones respiratorias y alivia las molestias causadas por el aire seco o frío.
Por el contrario, la respiración bucal crónica puede tener efectos perjudiciales para la salud. Algunos de los cuales pueden ser:
- caries o enfermedad de las encías
- desfiguración de los dientes
- dificultad para tragar
- cambios en la forma de la boca o la mandíbula
Y, por supuesto, la respiración bucal no humidifica, calienta ni limpia el aire como la respiración nasal, por lo que las personas que respiran por la boca corren un mayor riesgo de contraer infecciones transmitidas por el aire.
La respiración nasal también garantiza un intercambio eficaz de oxígeno, lo que mejora la saturación de oxígeno y el flujo sanguíneo. Esto, a su vez, mejora los niveles de energía, la función cognitiva, la vitalidad general y, aparentemente, incluso el aspecto físico si se respira habitualmente por una nariz sana.
Si le preocupa respirar por la boca, existen ejercicios de respiración nasal como el método Buteyko y otros que le animan a respirar por la nariz a lo largo del día.
La respiración nasal es esencial para un sueño reparador. Respirar por la nariz garantiza el importante aporte de oxígeno durante el sueño. Esto reduce la probabilidad de trastornos del sueño, como los temidos ronquidos o la apnea del sueño.
Una nariz en pleno funcionamiento ayuda a impedir que partículas nocivas, alérgenos y agentes patógenos penetren en el sistema respiratorio, reforzando el sistema inmunitario y reduciendo el riesgo de contraer enfermedades respiratorias.
¿Cómo puedes saber si tu nariz funciona bien?
Hay una serie de signos reveladores de que tu nariz puede no estar funcionando del todo bien, ¡más allá de que te digan que roncas!
- ¿Sientes que tu rendimiento deportivo se ve limitado por tu respiración?
- ¿Te falta energía y te cansas enseguida, por lo que pierdes las ganas de hacer cosas?
- ¿Sigues sintiéndote cansado cuando te levantas, a pesar de haber dormido muchas horas?
- ¿Se siente abrumado por los cambios constantes de la vida?
- ¿Su piel ha perdido elasticidad y luminosidad?
Si ha respondido afirmativamente a más de una de estas preguntas, lo primero que debe hacer es someterte a una evaluación médica de la cavidad nasal.
Los problemas nasales a menudo se pasan por alto y demasiadas personas viven a diario con problemas respiratorios nasales y, como consecuencia, su bienestar físico se ve afectado porque afecta a los sistemas cardiovascular, neurológico, vascular y muscular, entre otros.
No te demores, una mala salud nasal te resta niveles de energía, función cognitiva y vitalidad en general.
Chequeo de salud nasal
Un chequeo nasal consiste en un examen físico realizado por un rinólogo experto, como el programa personalizado «Salud Nasal y Calidad de Vida» que ofrece nuestra Clínica Rinológica colaboradora María Colomé.
Un rinólogo especialista realizará un examen clínico. Éste incluye de forma rutinaria una endoscopia nasal, la principal prueba para detectar patologías relacionadas con la nariz y su funcionamiento, y un examen ORL completo. Esto permitirá a su rinólogo evaluar su estructura nasal e identificar cualquier anomalía, así como evaluar el flujo de aire para detectar cualquier obstrucción o irregularidad que pueda impedirle una respiración fluida y eficaz.
Tras tu exhaustivo chequeo nasal, recibirás una orientación diagnóstica completa y, si es necesario, un tratamiento recomendado, ya sea farmacológico, tratamientos complementarios como logopedia, fisioterapia u otras terapias con base científica y eficacia demostrada. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir problemas estructurales como un tabique desviado, pólipos o colapso de la válvula nasal.
No se puede subestimar la mejora de la salud y el bienestar a través de una mejor respiración nasal. Las numerosas ventajas, como una mayor eficacia respiratoria, una mejor oxigenación y una mejor calidad del sueño, contribuyen significativamente a la calidad de vida en general. Un enfoque completo de diagnóstico, orientación y tratamiento, bajo la dirección de un experto rinólogo, puede abordar eficazmente los problemas de respiración nasal y allanar el camino hacia una vida más sana y satisfactoria.
